sábado, 9 de noviembre de 2013

LA TECNORRUMBA, ESE FENÓMENO SOCIAL.

Shurmanos, he vuelto.
Antes de empezar la entrada me gustaría deciros pues lo que ya os he dicho: que he vuelto. He vuelto a escribir después de no tener ninguna inspiración para petarlo en este blog con tanto estilo, tanta clase y tanto arte del que lo parte. Y claro, para volver a empezar otra vez (como diría la canción de la vuelta al cole), pues he decidido hacerlo por todo lo alto, con un tema de actualidad, un tema a la altura de este blog: LA TECNORRUMBA.

Como bien dice el título de la entrada, la tecnorrumba es un fenómeno social, algo que cada vez está más presente en nuestra sociedad. La tecnorrumba no es una moda, es un estilo de vida. Se están formando tribus urbanas en torno a la tecnorrumba, y cada vez tienen más presencia en la sociedad. La tecnorrumba está adquiriendo una importancia espectacular, una importancia que hasta hace poco era impensable. ¿Quién iba a sospechar que esta música podía llegar tan alto? Bueno, pues yo sí que lo hubiera sospechado. La tecnorrumba desde que la oyes se te mete en la cabeza y no puede salir. Sus estribillos son de lo más pegadizo del panorama musical (incluso superando al gran Pibull, ídolo de intelectuales y eruditos). Una vez que escuchas tecnorrumba, no puedes parar de hacerlo. Cuando haces pop ya no hay stop, pero sin pop, sino con tecnorrumba. Cuando haces tecnorrumba ya no hay stop.

Pues como ya he dicho antes, la tecnorrumba es algo que se te mete en la cabeza y no sale, pero, ¿cómo entra en nuestras mentes? Pues muy facil, hay un proceso para que una persona pase de tener unos gustos musicales vulgares vulgares a estar metido de lleno en el mundo de la tecnorrumba y de la intelectualidad tecnorrumbera. Todo empieza esperando a los coches de choque de una feria. Suena "Lágrimas de Amor", de los reyes de la tecnorrumba, Camela. Tus pies se empiezan a mover. El ritmo es demasiao. Empiezas a mover la mano al ritmo de "SUEÑO CONTIGO, ¿QUÉ ME HAS DADO? SIN TU CARIÑO NO ME HABRÍA ENAMORADO". Y allí se acabó todo. Ya estás poseído por el ritmo ragatanga. O en este caso, el ritmo tecnorrumbero o la camelita wenah. Desde ese momento ya eres tecnorrumbero y empiezas a escuchar grupos como Camela o Chalay.

Tu vida cambia cuando te haces tecnorrumbero. Dicen que se empieza a notar que una persona se ha hecho adicta a la tecnorrumba cuando empieza a quemar todos los discos que tenía y a sustituirlos por la discografía completa de Camela. Yo digo que hasta que la persona no empiece a empapelar su habitación con posters de la cara del Dioni, no es un tecnorrumbero de verdad de la buena. También se puede saber si una persona se ha pasado a la tecnorrumba cuando usa camisetas que simulan el logotipo de The Ramones pero con los nombres de los integrantes de Camela y/o Chalay.

Y bueno, esto ha sido todo por hoy. Espero que esta entrada os haya sido de utilidad y hoy tengáis un poco de cultura más que ayer, porque este es un blog de culto cuyo objetivo es enriquecer las mentes de sus lectores.