lunes, 26 de mayo de 2025

CRÍTICA A LA TERCERA (O CUARTA, DEPENDE DE CÓMO SE MIRE) TEMPORADA DE KIMETSU NO YAIBA: EL ARCO DE LA ALDEA DE LOS HERREROS.

Toca hablar de una temporada de número indeterminado de Kimetsu no Yaiba, la que se basa en el arco de la aldea de los herreros y que para mí es la tercera, pero que para otra gente será la cuarta. Todo depende de si aceptamos la película del tren como animal de compañía. Yo no lo acepto, por mucho que hiciesen una microtemporada pasando la peli a episodios, así que la llamo tercera temporada. Pero aquí los temas de denominación son irrelevantes, lo que importa es qué me ha parecido esto, y lo que me ha parecido esto está en los siguientes párrafos, así que a seguir leyendo:


Básicamente, mi opinión sobre este arco es la misma que tuve cuando me leí el manga en su momento: que es "más de lo mismo". Como que esta historia de los herreros no me aporta nada nuevo, aparte de los avances clarísimos que se producen en la trama al final de todo (y menos mal, porque si no, no habría pretexto que justificase esta temporada, algo tenía que tener). Básicamente, tenemos arco de pelearse con un demoño con la ayuda de, esta vez, como variación con respecto a otros arcos, dos pilares. Todo ello aderezado con los míticos backgrounds lacrimógenos de los personajes, para que empatizamos más que ello. Aunque esta vez, los demonios han sido un poco dejados de lado en este tema de los flashbacks, porque cuando no se puede empatizar, no se empatiza.

En el manga ya empecé a verle las orejas al lobo de que todo iba a empezar a ser lo mismo siempre y no me equivocaba. Como en el anime se potencia todo, pensé que al ver este arco animado tendría una sensación muchísimo más positiva que la que tuve en el manga, que fue poco menos que la del principio de la debacle. Pero no, la sensación es similar y no hay animación magistral que la salve: el arco se me hace tremendamente sieso en comparación con el anterior, que es que era un pedazo de servicio. Y ese pedazo de servicio le pasa factura a lo de ahora, que se queda demasiado muy a medio gas.


El arco que esta entrada nos ocupa, como ya he dicho, es el de la aldea de los herreros. Básicamente la espada de Tanjiro se queda hecha un cuadro después de la batalla anterior y tiene que irse a la aldea de los herreros para que se la arreglen, pero se encuentra con que unos demoños muy simpáticos atacan el lugar. Como da la casualidad de que allí se encuentran los pilares Kanroji y Tokito, además del simpatiquísimo Genyia, tendrá ayuda para enfrentarse a los demoños y alguna que otra interacción social.

No puedo decir que sea un arco muy emocionante, porque, de algún modo, sabes cómo va a acabar todo. Y no lo digo porque me haya leído el manga, sino que cuando me leía el manga ya tenía esta sensación. La sensación de que era un arco de tantos, que no va a aportar mucho ni va a cambiar vidas.


En efecto, no las cambió, pero bueno, al final, tal y como pasa en el manga, se sacan de la manga una cosa, que podría haber pasado en cualquier arco y en cualquier momento, pero que pasa ahora para darle alguna clase de relevancia al asunto. Y menos mal, así recordaremos el arco de la aldea de los herreros por algo, aunque podía haber pasado en cualquier otro lugar y otro momento que no fuese la aldea de los herreros. Y, de hecho, no tiene mucho sentido ni que pase, pero bueno, lo aceptamos.

La animación, como siempre, muy buena, con mucho presupuesto. Se nota que es el punto fuerte de este anime y que sin él flaquearía un poquito más.



Una cosa que llama la atención de este arco y por lo que quizás se le recordará (incluso más que por la cosa relevante que pasa) es por la ingente cantidad de fanservice que hay en comparación con otros arcos. Claro, aquí entra en escena el personaje más fanserviceado de Kimetsu, Kanroji, el pilar del amor, que gran parte de sus intervenciones se basan en que esté fanserviceada la muchacha. Y yo en el manga no lo recordaba para tanto, pero aquí es un poco exagerado. Tal vez porque en el manga no se animan los botes de las t*tas y esas cosas y quizás no se aprecie su enfoque al no haber planos enfocándolo directamente.

Y también meten fanservice de Nezuko, lo que ya es too much, porque en el mismo episodio puedes ver a Nezuko ultrarreducida al máximo, y de paso infantilizada al máximo, para que luego aparezca en plan demoño con "sutiles" cambios en su indumentaria basados en marcar escote también al máximo. Choca mucho y no me parece ni necesario ni de buen gusto ni nada. ¿Qué necesidad? Da grima que fanserviceen a un personaje que minutos atrás están infantilizando.


Y no tengo más que decir, es un arco que no tiene mucho que decir, la verdad. Actualmente me estoy viendo el siguiente arco, el del entrenamiento de los pilares, aunque de ese sí que no me acuerdo mucho del manga, a ver si se me refresca la memoria o, al menos, me sorprende, cosa que no sé yo, porque recuerdo que desde aquí todo me empezó a parecer un poco cuesta abajo y sin frenos. Esperando que en el anime remonte. Nos vemos en la próxima entrada, donde habrá más, pero no prometo que mejor.

domingo, 4 de mayo de 2025

CRÍTICA A LA PRIMERA TEMPORADA DE LA CAJA AZUL (AO NO HAKO / BLUE BOX)

 Anime nuevo, entrada nueva. Hoy toca hablar de La Caja Azul (Ao no Hako para quienes no lo hayáis visto en Netflix), ese anime que introduce en el panorama spokon con dramón. Que no digo que los spokones que había antes no tuviesen dramón, pero es que en este caso lo que parece es que el deporte es un pretexto para meter dramón y culebrón como trama principal. Digamos que aquí el deporte no es lo primero, lo primero era el romance. Y yo no lo sabía, por eso había tardado tanto en vérmelo. Que tampoco es que fuese tanto tanto, si te paras a pensarlo, pero no lo llevé al día habiendo podido y me esperé a que lo sacaran en castellano (tenía el presentimiento de que lo sacasen y ojo de loca no se equivoca). Una vez visto, aquí estoy para comentarlo y contar mis impresiones. ¿Serán buenas? ¿Malas? Lo sabréis si seguís leyendo...

Pues no sé muy bien qué decir sobre la impresión que me ha causado este anime. No es que me haya disgustado, pero tampoco es que me haya vuelto loca, quiero decir... Me esperaba mucho más drama, me esperaba que después de cada episodio me muriera de ganas de ver el siguiente (sobre todo con el uso en exceso del cliffhanger que hacen, que no paran no paran no paran), me esperaba que las cosas pasasen más rápido... Pero no, la verdad es que tuve la sensación de que era todo muy lento, tanto que hasta llegué como al capítulo 20 con la sensación de que realmente la trama no había avanzado nada. Y es que en parte es así por cosas que ya diré a lo largo de la entrada, porque quitando un par de acontecimientos relevante, el resto es muy como darle vueltas a lo mismo. Y la manera en la que termina la temporada me parece demasiado predecible como para ser predecible. No sé, pero bueno, tengo que decir que los spokones y el deporte en general no son santo de mi devoción y agradezco el hecho de que la trama principal son los amoríos y no los deportes. Así que de eso no me quejo.

¿De qué va este anime? Pues de amoríos, ya he avisado. Si esperabais que tratase sobre bádminton lo llevabais clarinete. El bádminton es un pretexto para meternos culebrón adolescente muy en la línea de los shojazos de mi época (con mítico tropo de estudiantes que tienen que vivir en la misma casa durante un tiempo y todo): Taiki, el protagonista, está crusheado de una muchacha de su instituto, la cual está en el equipo de baloncesto y es una promesa de este deporte. La conoce porque va a entrenar temprano al gimnasio del colegio, porque él hace bádminton etc etc. El caso es que, por cosas de la vida, la muchacha, Chinatsu, se tiene que quedar a vivir en la casa de Taiki durante un tiempo. Y a partir de ahí pasan cosas (o no, porque en mi opinión entre ellos dos no es que pase mucho, pero desarrollo en los próximos párrafos). 


Y, eso, tengo que decir que la pareja principal no tiene mucha química, porque, como ya dije al principio, no veo que avance la relación entre ellos en todo el anime, me parece que si surgen sentimientos son un poco de la nada, como que no está justificado. No veo que tengan mucha relación más que interacciones puntuales las cuales no justifican que a la muchacha le empiece a gustar el muchacho o que el muchacho desarrolle unos sentimientos más allá de un crush de una chica que prácticamente conoce de vista. Todo ello aderezado con que me parece que el personaje de Chinatsu es muy plano, que no se han esmerado mucho en construirla. Han debido decir "chica tímida" y ya. Es un poco Hinata de Naruto aunque salvando las distancias. No estoy yo muy convencida con esta pareja principal ni con el desarrollo que le han dado al personaje. Espero que en la segunda temporada las cosas sean de otra forma y podamos ver un poco más el POV de Chinatsu o al menos saber qué es lo que piensa, cómo vive las situaciones, etc.

Empatizo más, y creo que la mayoría de la gente coincidirá conmigo, con el personaje de Hina, la tercera en discordia en el triángulo amoroso de turno en este anime. Hina está mucho más desarrollada, le dedican capítulos enteros, sabemos qué es lo que piensa y lo que siente, sabemos por qué le gusta Taiki y podemos ver los movimientos que hace para llegar a su crush. Le dan un desarrollo similar al de Taiki, si bien Hina no es la protagonista y sus apariciones son algo más circunstanciales. Pero bueno, eso es lo que se echa de menos en Chinatsu, un mínimo desarrollo. Tenemos más desarrollo y más evolución de la relación entre Taiki y Hina que de la relación entre Taiki y Chinatsu, que se supone que es la pareja principal.


Y mira que hay ocasiones que Hina me carga, porque hay momentos en que se hace pesada diciéndole continuamente al Taiki que le gusta, nosequé. Chica, por favor te lo pido, no te arrastres, de verdad, no vale la pena. No quiero hacer spoilers, pero no vale la pena.

Los últimos episodios para mí han sido los mejores, desde la aparición del personaje de Ayame, que para mí le da como un soplo de aire fresco a un anime que se me hacía demasiado lento. Viene a mover la casa, como en Gran Hermano, y lo hace. Y, al final, una vez más, los episodios del final giran básicamente en torno al personaje de Hina. Empezamos a tener dudas sobre quién es la verdadera protagonista aquí. Y se agradece, porque ya os digo que en todos los 20 episodios anteriores tenía la sensación de que pasaba todo tan lento que era como si no pasaba nada en general.

Sobre el final no sé qué decir. Ni qué opinar. En verdad es como que todo lo que pasaba lo veía venir y no me ha sorprendido nada, de algún modo es como si supiera que todo iba a pasar. Desde la decisión del protagonista hasta el hecho de que el final iba a ser lo suficientemente abierto como para dejarlo todo a punto para una segunda temporada. Porque va a haber una segunda temporada, y es que el manga continúa y el anime va por el mismo camino.

Estaremos visualizándola, aunque en mi caso será más por los personajes secundarios, que han logrado captar mi atención más que la pareja principal. Tengo muchas ganas de ver cómo se desarrolla el personaje de Ayame, qué va a pasar con Hina o si aparecen nuevos personajes del badmintonverso (y si aportan drama, no solo bádminton).

No me dejo mucho más aparte de que el dibujo es bonito, que tiene mucho brillo y es bastante más estético que en animes que solo se centran en el deporte, más cute, más bonito. Lo que más me ha gustado es cómo está dibujado el pelo.

Y ya está, poco más tengo que decir. No sé cuál será el próximo anime que me vea, así que hasta la próxima entrada. Habrá más, pero no aseguro que mejor.