martes, 5 de marzo de 2024

CRÍTICA A VINLAND SAGA (TEMPORADA 2)

 Hace ya tiempo (en 2022) hice una entrada hablando de Vinland Saga. En concreto, de su primera temporada. Poco tiempo después sacaron la segunda temporada y yo tenía el hype por las nubes por aquel entonces. Aun así, me aguanté las ganas de verla como una campeona y esperé a que estuviese doblada en castellano para continuar la serie con el mismo doblaje. Pasó mucho mucho tiempo y, finalmente, perdí la esperanza al ver que llevaba mucho tiempo doblada en distintos idiomas en Netflix, pero no en español de España. Como no había ninguna señal de que fuesen a doblarlo, como han hecho con muchos animes (no solo no doblarlos, sino habiendo doblaje no comprar la licencia para ofrecerlo en la plataforma), no aguanté más y decidí vérmelo en versión original (aunque últimamente me cueste el doble ver los animes con subtítulos, no por nada, sino porque se me hace menos dinámico o lo que sea). Así que estamos aquí, cuando se ha pasado el boom y todo de este anime, al pie del cañón, comentándolo.

Ahora toca decir qué me ha parecido. Pues, bueno, me ha parecido ¿bien? Pero sin más. Quiero decir, recuerdo que la primera temporada me pareció muy buena, me la comí con patatas en muy poco tiempo, volví a retomar el otakismo y todas esas cosas. En este caso no puedo decir que sea una temporada malísima o infumable, pero sí puedo decir que parece un anime completamente distinto, las tornas cambian completamente (se nota que el manga en algún momento lo pasaron de shonen a seinen, porque esto es demasiado profundo y demasiado existencial para ser shonen o lo que sea): ahora el anime deja de girar en torno a las peleas, batallas, entrenamiento del protagonista y demás para centrarse en el plano existencial de este, sus dilemas morales y cómo decide abandonar la violencia.

Básicamente se vuelve un anime más psicológico, con muchos momentos de introspección del protagonista en los que se ve sometido a distintos dilemas relacionados con la violencia, que es el pan de cada día en la sociedad en la que vive. Tras todo lo vivido en la primera temporada, Thorfinn decide abandonar definitivamente la violencia y hacer frente a todos los conflictos que se presentan ante él con la palabra y, así, de paso, cambiar la visión de la gente con la que se va topando. Y lo va consiguiendo. Como que esta temporada es un compendio de lecciones morales que va dando Thorfinn a distintos personajes, la mayoría introducidos en esta temporada, aunque también a otros viejos conocidos como Canuto.

¿La trama? Pues tenemos a Thorfinn, que han pasado cuatro años desde el incidente del último capítulo de la primera temporada y ahora vive en una granja, como esclavo, arando unos campos y viviendo ajeno a toda violencia. Aunque la temporada comienza siguiendo a Einar, un aldeano que ve a su familia y a su aldea arrasadas y acaba como esclavo en la misma granja que Thorfinn. Allí se hacen amigos y van haciendo frente a distintos inconvenientes que se les van presentando.

Un poco Stardew Valley todo pero con cosas vikingas de por medio. La verdad es que, al cambiar tanto el chip con respecto a la primera temporada, a mí se me ha hecho algo pesadita, no me ha pasado lo que me pasó en su momento de que me enganchara y quisiera seguir viendo episodios continuamente uno detrás de otro. La mitad de la temporada se la pasan en la granja, en plan chill, con movidillas varias de menor envergadura y, la segunda parte de la temporada empieza a haber más movimiento, la guerra y la batalla llegan a la granja y pasan más cositas.

Yo tengo que decir que incluso me enganchó más la primera parte en la que estaban más de chill en la granjita. Lo de después pues bueno, había movimiento, pero tampoco era una cosa para caerse del asiento, la verdad. Muy existencial todo. Hay momentos en los que se me hace como que hay mucho relleno, aunque el final ya es una cosa... Da la sensación de que lo que podían haber resuelto en un episodio lo resuelven en dos, simplemente porque tenían que hacerlo en 24 episodios en lugar que en 23 y ya, porque vamos, la mitad de cada episodio de estos es relleno del tipo "esto se ha acabado y tenemos que cerrar la temporada diciendo que seguiremos luchando para conseguir nuestros objetivos" (normalmente esto se hace una vez el último episodio y ya, pero aquí lo hacen por partida doble, porque ¿por qué no?).

Después de este speech tengo que decir que no es que este anime me haya disgustado, es que no me ha impactado tanto como la primera temporada porque se me ha hecho un poco lento y un mucho existencial (también se nota mucho la falta del personaje más carismático de la serie). Pero ya está, no es que sea malo ni nada, entiendo que haya gente a la que le haya flipado y a la que incluso le guste más que la primera temporada, porque para gustos los colores.

Y ya no hablo más, hasta aquí la entrada y nos vemos en la siguiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario