Nos encontramos en un auténtico furor shojosei en el mundo anime: de golpe y porrazo, han empezado a confirmar adaptaciones de populares mangas shojo y josei al anime, haciendo las delicias de las personas a las que nos gusta consumir este tipo de contenido. Y no solo eso: para ir calentando motores, recientemente han salido a la luz los animes de "Mi feliz matrimonio" y "Ooku" en Netflix. Si te gusta el culebrón, el drama y el romance, este es tu momento. De "Ooku: los aposentos privados" toca hablar hoy, porque me lo acabo de terminar, al habérmelo comido con patatas en tiempo record, teniendo en cuenta que pensé vérmelo intercalándolo con otras cosas (casi sale mal). En fin, que tenemos una entrada muy de actualidad, lo nunca visto.
Tengo que decir que este anime me ha gustado MUCHO. Cuando digo que me ha gustado mucho es que de nota le pongo un sobresaliente y que, posiblemente, no veía un anime tan bueno desde hace más de un año. Es cierto que la animación y el dibujo no son la gran cosa y que no parece que se hayan gastado tremendo presupuesto en ello (vamos, algo muy de Netflix), pero la trama y los personajes suplen sus carencias perfectamente. Porque, al fin y al cabo, al ver un anime lo que más debe importar es la historia y lo que es capaz de transmitirse. Además, un anime de este tipo, de dramas, de amoríos, de culebrón, de sentimiento... pues poco necesita de una gran animación (eso se lo dejamos a los animes de mamporros). Lo malo es que se me ha hecho corto, porque son solo 8 episodios, aunque se entiende que seguirán sacando temporadas, porque el manga tiene como 19 volúmenes.
¿La trama? Nos encontramos en el período Edo, pero una virulenta y mortífera enfermedad ha acabado con la mayor parte de la población masculina de Japón, de modo que las mujeres ahora son las que controlan el cotarro y los hombres han quedado para "vender su semilla" a las mujeres aka prostituirse y para trabajar en el Ooku, los aposentos privados de los hombres que sirven a la Shogun, tanto concubinos como no concubinos.
En este contexto es donde se desarrolla la historia, aunque debemos tener en cuenta que el primer episodio, de aproximadamente hora y veinte minutos (como si fuese una película), es como una introducción a todo, muy necesaria para que comprendas todo lo que se viene a continuación, para ponerte en situación. Este primer episodio nos presenta el percal cuando ya han pasado muchos años desde el comienzo de la epidemia y los siguientes episodios se retrotraen ya a lo que es el comienzo de todo. Me gusta cómo se introduce la historia, porque el primer episodio te cuenta una peli dentro del universo en la que te metes en todo el worldbuilding y, al final, la Shogun decide leer los archivos de los escribas del pasado y así es como empieza la historia...
La historia que comienza en el segundo capítulo, que se ve desde el POV de Arikoto, un monje de Kyoto que va a Edo de visita y se encuentra con que le captan en el Ooku y, obligado y amenazado, se tiene que quedar allí. Y tendrá que sobrevivir, claramente. A partir de aquí se desarrolla todo el drama, el romance, el no parar de sentir.
Me ha parecido una fantasía absoluta y me lo he comido con patatas en poco tiempo para lo que suelo ser yo, y eso que al final me lo he intentado dosificar un poco (era demasiado tarde, ya me quedaban solo dos capítulos), porque es que me encanta un buen drama con su romance necesario entre pecho y espalda. Este anime no ha tardado en convertirse uno de mis animes josei favoritos, ya necesitaba uno que me enganchase hasta el punto que me enganchó Nana hace unos años. Este se me ha quedado un poco corto y espero que hagan más temporadas, la verdad, porque si no habrá que pasarse a leer el manga, pero me da que es tan largo que me costará leerlo (como me está pasando con el de 7SEEDS, por desgracia, y al igual que con 7SEEDS estoy temiendo que Netflix no lo renueve).
Una cosa que me ha gustado de este anime es el hecho de ser ficción histórica, o, lo que es lo mismo, mezclar hechos históricos con elementos de ficción. Aquí nos encontramos en un período histórico real en el que todo lo que pasa está, de un modo u otro, basado en hechos reales. Se encuentran paralelismos entre las cosas que pasan en el anime (en un contexto ficticio) y las cosas que pasaron en realidad en la Historia de Japón. Me ha parecido interesante.
Por lo visto ya hay doramas de esta historia, por si os interesa.
No tengo mucho más que decir, para no empezar a hablar sin límites y que nadie llegue hasta el final de la entrada, así que simplemente voy a recomendar este anime una vez más y a pasar a otra cosa, mariposa. Así que, bueno, ved Ooku y hasta la próxima entrada.
