Hace tiempo desde la última entrada, he tardado mucho en verme la nueva de Castlevania, pero aquí estoy, y es que, ya que he comentado la anterior serie del mismo universo desde su primera a su última temporada, ahora no iba a ser menos. En el momento en el que se acabó la serie de Castlevania como tal, ya anunciaron que se venía nueva serie del mismo universo con nuevos personajes y nueva trama, y hace poco (relativamente) llegó a Netflix. Castlevania: Nocturne es la nueva serie (anime occidental, como lo llamaron en su momento) de Netflix que se centra en el personaje Richter Belmont, de la misma saga de videojuegos. ¿Qué me ha parecido? Seguid leyendo.
Ya sabéis que con la serie inicial de Castlevania tuve mis más y mis menos, unas temporadas me parecieron mejores que otras y alguna hasta me pareció insufrible. Aun así, con esta tenía bastantes expectativas, aunque salí un poco decepcionada, no sé por qué razón, porque pasan cosas, hay batallas y demás, pero no sé, tenía la sensación de que le faltaba algo. Se me hizo un poco lenta, no me terminó de enganchar y tardé milenios en verla para tener solamente 8 episodios. Mi teoría es que la razón por la que esta serie no me ha terminado de cuajar es la falta de personajes carismáticos, así que luego hablaré un poco de este tema.
La trama es la típica trama de vampiros pero con otros personajes y otro momento histórico. Esto último se me hizo bastante atractivo por el hecho de ser en una época tan interesante como la Revolución Francesa. La historia sigue, como ya he dicho, a Richter Belmont, que pierde a su madre, que es cazadora de vampiros, cuando es un niño a manos de un vampiro y se tiene que mudar a Francia, donde vive parte de su familia. Allí se hace adulto y se vuelve a encontrar al vampiro que mató a su madre. Y a otros vampiros, que son personalidades de la nobleza y la jet set del momento y que, además, veneran a una vampira que se hace llamar La Mesías (como la serie de los Javis) y que tiene oscuros planes etc etc.
En fin, una trama normal de vampiros, con sus batallas y sus cosas. Aquí hay bastantes batallas, no perdiendo las buenas costumbres, aunque a mí se me ha hecho pesado y lento, la verdad, creo que es porque ya no estoy para animes de batallas (ni de otra cosa, no consigo volver al otakismo como antes). Y el resto de la trama también se me ha hecho flojilla.
Aquí entra en juego lo de que los personajes sean menos carismáticos que en la otra serie. Sí, en la otra serie había momentos que el protagonista, Trevor, me resultaba aburrido, pero no se puede decir que no fuese más carismático que Richter. Además, la otra serie tenía a Alucard, que tenía toda la energía de main character, era El Personaje, el gancho de la serie, el que acaparaba el 99% de los fanarts... Básicamente, tenía un personaje super popular en el mundo internet. Y otros personajes que tenían su carisma y sus fans por ahí por tumblr: Carmilla, Drácula, Hector, Sypha, Isaac... Y, sobre todo, el hecho de que el 90% de los vampiros que salían eran carismáticos.
Aquí... Pues bueno, hay algunos vampiros que no podemos negar que tengan diseños muy visuales y muy currados, pero no tienen la carisma y el gancho de los de la otra serie. Excepto Olrox, que se puede decir que es el único personaje carismático de toda la serie, el que se roba todo el show y sirve. Al final echas de menos unos minutos más de cámara, porque tienes la sensación durante toda la serie de que es el único del que quieres saber más.
Al menos hay algún que otro momento surrealista con el que te tienes que reír porque no te queda otra. El momento en el que están en plena batalla, hay gente que ha muerto y lo único que se le ocurre al cantante de ópera es ponerse a cantar ??? Hijo... Bueno, es que este personaje todo lo que aporta a la serie es ponerse a cantar en cualquier momento, cualquier situación. Hijo, que ya nos hemos enterado de que cantas ópera, no nos lo tienes que demostrar en cada momento...
Otra cosa es que yo estaba convencida de que la Annette estaba enamorada del cantante de ópera, creo que alguna vez lo decían entre líneas o algo así, pero parece ser que luego se sacan de la manga una especie de ship con Richter, porque de la nada tienen una escena entre sonrojos muy u-uwu n-nya, a lo random. Quizás es que shipaba yo a Annette y el cantante de ópera y por eso no había visto feeling entre Annette y Richter, pero es que me pareció como muy sacado de la manga y falto de desarrollo, no context, de repente.
También son muy repentinos y sacados de la manga los power ups. Los personajes desbloquean ataques y poderes de la nada en momentos clave porque YOLO. Esto es una cosa muy común en el mundo del anime y del no anime, así que tampoco me sorprende mucho, pero es de reseñar.
Una cosa buena (aparte de Olrox -cuando veía la serie creía que se llamaba Orslok-) es el dibujo, que, por lo menos en mi propia percepción, ha mejorado con respecto a la serie anterior. Me ha parecido realmente bueno, hay algunos planos que son buenísimos y muy visuales. La animación igual no ha mejorado tanto, pero tampoco se puede decir que sea mala.
Después de esta temporada está claro que habrá más, porque tiene un final muy abierto y bastante sorprendente, no me lo esperaba para nada (también porque no he jugado a los juegos) y le da algo de interés a lo que pueden ser las siguientes temporadas, así que supongo que me las veré.
No tengo más que decir y creo que he hablado mucho, así que hasta aquí la entrada y hasta la próxima.
