Después de mucho tiempo vuelvo a traer otra entrada, un poco a mi ritmo, porque ya una se va haciendo mayor y le cuestan más las cosas, entre ellas ver anime... Esta vez toca hablar de una temporada que tengo ahí aparcada desde hace tiempo que ya iba siendo hora de ver: la segunda temporada de Jujutsu Kaisen. En su momento casi que ni me enteré de que estaba en emisión hasta que llevaba por lo menos como cinco episodios, así que pensé en que esta vez no iba a llevarla al día y que me la vería del tirón cuando estuviese acabada. Así hice, más o menos, porque tampoco es que me la haya podido ver todo lo rápido que me hubiese gustado. Pero bueno, aquí estamos, escribiendo una entrada y dando una opinión que puede que os interese mucho o que no os interese nada. Si sois de los primeros, seguid leyendo. Si no, nada.
Comenzamos, como siempre, con mi opinión general sobre la temporada, que no es tan positiva como la que tuve en su momento con la primera temporada, que me gustó mucho. Esta se me ha hecho aburrida gran parte del tiempo, para qué mentirnos, y también creo que baja su calidad y su capacidad de enganche con respecto a la primera. ¿Que por qué me ha parecido peor que la primera? Pues, en mi opinión, porque la primera se me hace más entretenida. A mí me gusta que en los animes haya cierto rellenillo, por llamarlo de algún modo, cierto contenido de chill. Y aquí no lo hay. Aquí es todo muy serio y básicamente estamos todo el rato de batalla, sin ningún momento de tregua, no dejan respirar ni a los personajes ni al espectador. Prácticamente no hay diálogo, todo pelea. A mí eso me cansa y me satura, me gusta que haya otro tipo de salseo, tanta pelea se me hace difícilmente digerible.
La temporada se puede dividir en dos partes. Tenemos como una primera parte que es un poco más relajada que la siguiente y que se basa básicamente en un flashback del pasado de Gojo. Después volvemos al presente para disfrutar de uno de los arcos más aclamados por la crítica (creo): el arco del incidente de Shibuya, donde vemos como los malotes la lían parda en el metro de Shibuya y en Tokyo en general prácticamente y tenemos como 15 episodios aproximadamente de peleas continuas non stop.
Ninguno de estos arcos ha sido plenamente de mi agrado, para qué mentir, por mucho que el de Shibuya guste mucho al público general (también que me siento un poco desencantada con el anime actual, quiero volver a aquellos tiempos en los que se hacían animes de dudosa calidad pero que tenían cierto petardeo -por llamarlo de alguna manera- y eran más disfrutables, ejem, Mirai Nikki, ejem School Days...). El arco del flashback se me hizo un poco lento y aburrido hasta sus últimos episodios, donde pasan cositas. Después viene lo de Shibuya, que parece que va a ser más entretenido, pero cuando llevas unos cuantos episodios ves que hay batalla, batalla y batalla non stop sin que avance la trama de otra manera distinta. Y te acabas saturando.
No obstante, hay un momento en el que pasan cosas. Y no te las esperas para nada, te pillan por sorpresa porque aparecen más bien tirando al final, después de varios episodios de batalla que se te empiezan a hacer monótonos resulta que se empieza a morir hasta el apuntador. No voy a decir quién porque sería spoiler, pero vamos, que me quedé bastante impactada y a partir de ahí me enganché de verdad, pensando "a ver quién se muere en el capítulo siguiente, porque a este paso se muere hasta Itadori".
Luego tenemos el tema de la animación, sobre el cual hubo polémica en su momento por las condiciones a las que se veían sometidos los trabajadores de Mappa para sacar el proyecto adelante. Se puede apreciar que la animación empeora con respecto a la de la primera temporada, lo que ya apreció el público que veía el anime cuando estaba en emisión. Esto se debía al estrés y a la presión que sufrían los animadores de la empresa, según algunos de ellos explicaron, por sacar los capítulos en cortos plazos de tiempo, cosa que era insostenible para los mismos.
El anime ha sido renovado por una siguiente temporada, que se prevé que saldrá en el año 2025, aunque tampoco doy mucha fiabilidad a esta información, porque unas veces se dice una cosa y otras se dice otra, y ya sabemos cómo funcionan estas cosas en el mundo del anime. Esperemos, eso sí, que para entonces, la empresa, por fin, se haya puesto las pilas y haya mejorado las condiciones de trabajo de sus trabajadores. La cosa es si lo acabarán haciendo o cuando llegue el momento nos encontremos con que la cosa sigue igual que ahora. Lo que está claro es que, si pretenden ser líderes del anime y hacerse con todos los animes relevantes del momento y demás (porque parece que esa es su intención, teniendo en cuenta todos los animes que se lleva este estudio), tendrán que empezar por mejorar las condiciones de su personal, que es quien lo hace posible y de quien se valen para ello.
No tengo mucho más que decir sobre este anime, porque al fin y al cabo es una segunda temporada y tampoco quiero enrollarme mucho con la entrada, que sé que los blogs actualmente no tienen mucho éxito y lo que faltaba ya es que hiciese entradas larguísimas que no va a leer nadie. Simplemente, decir que el final me dejó un poco como eing wtf, con mucha incógnita, que supongo que más adelante se resolverá. Sea lo que sea, no voy a leer el manga para ponerme al día, porque ya me cuesta ver animes de batallas actualmente, como para leer mangas de batallas (no estoy en mi mejor era lectora shonen, para qué mentirnos). Así que nada, hasta aquí la entrada. Próximamente, más entradas.
PD: Mención especial a lo insufrible que se me hacía el UiUi ese.