jueves, 21 de mayo de 2020

CRÍTICA A GEKKAN SHOUJO NOZAKI-KUN

Hoy vengo con una crítica corta. Hablaré de Gekkan Shoujo Nozaki-kun, así que ya os supondréis por qué es una crítica corta. Sí, porque no hay mucho que decir. Es un anime que no se tarda mucho en ver y que no tiene una historia que digas "uffff tiene tantos entresijos que tengo que comentarlo todo". No digo que no me haya gustado, pero eso. Si queréis saber mi opinión seguid leyendo, si no, pues nada.

Comenzamos con la trama. No hay mucha trama que digamos, es una especie de excusa para que haya anime, pero bueno. La cosa empieza con Chiyo Sakura, una chica de preparatoria que se le declara a su crush, Nozaki, con la mala suerte de que este lo malinterpreta totalmente y se piensa que simplemente le está diciendo que es su fan, porque el chaval es autor de manga shojo (aunque Sakura no lo sabía), así que le da un autógrafo y le propone ser su asistente.

Bueno, pues en general lo que tengo que decir es que es un anime shojo de 12 episodios tipo vida diaria en el que no hay mucha historia, por no decir nada, aparte de lo que es la propia premisa. De lo que trata es de las cosas que les pasan a los personajes que nos van introduciendo, que tampoco son muchos, porque no es que de tiempo a meter a más. No me parece mal, muchos animes de este tipo me han encantado, pero es que este es tan corto que no sé si este tipo de fórmula funciona bien. I mean, los animes sin historia en los que les pasan cosas a los personajes tienen su gracia en el hecho de que con el tiempo les vas cogiendo cariño poco a poco a los personajes y les vas conociendo al ver las cosas que les pasan. En este no da tiempo a eso.


O sea, un anime de 12 capítulos, en mi opinión, donde triunfa es en contarte una historia no muy larga, con una trama, con un principio, con un final, que te enganche. Vamos, con una peli. Pero esto es una opinión mía. Además, Gekkan Shoujo Nozaki-kun me ha gustado, así que no sé qué hago escribiendo este testamento, pero eran como unas reflexiones que quería dejar. Vamos, que me hubiera gustado que tuviera más capítulos, 24 no hubiera estado mal. Lo justo para conocer a los personajes pero para no cansarte.

Por lo demás tengo que decir que me ha gustado. Me parece gracioso, tiene un humor especial y a veces hasta me he carcajeado. También voy a decir que hay unos episodios mejores que otros, y lo que un poco gusta al final acaba cansando. Vamos, que tampoco recomiendo verlo todo del tirón, no vaya a ser que terminéis aborreciendo a los personajes o lo que sea.

Los personajes son gente variopinta del instituto que nos van introduciendo por alguna razón y que tienen alguna clase de relación con uno de los dos protagonistas. En general suelen ser asistentes de Nozaki con su manga, pero también hay gente random del insti (las dos chavalas) y gente que se va uniendo a Nozaki (el de baloncesto) a lo largo de la serie.

Por último, porque no hay mucho más que decir (y tampoco voy a hacer una entrada larguísima como el resto para que no lo lea nadie), quería hablar del final. No sé si me ha gustado o no me ha gustado. O sea, por un lado me gustaría algo más "final", más "cerrado", pero por otro lado me parece que va muy bien con lo que es el resto del anime, como que es justo el final que le pega. No es una historia que necesite un final cerradísimo, simplemente necesita un final que entone con todo. Y el que le han dado por lo menos entona. Aunque por lo menos me hubiera gustado que tuvieran más importancia los secundarios. No lo sé. Tengo sentimientos encontrados con el final.

Y creo que ya no tengo más que decir. Hasta aquí ya entrada y hasta más ver.

martes, 12 de mayo de 2020

CRÍTICA A MAISON IKKOKU CON RELLENO INCLUÍDO.

Después de mucho tiempo sin dar señales de vida por aquí, es el momento de subir una nueva entrada. Hoy voy a hablar de Maison Ikkoku, un anime que no pensé que terminaría por su duración, pero ya veis, aquí estamos. Y hasta me lo he visto con todo el relleno (que no es poco), aunque durante una situación de cuarentena te ves el relleno y lo que haga falta. 

Bueno, pues Maison Ikkoku es una de las obras más importantes de Rumiko Takahashi. Y yo, no se sabe por qué extraña razón, no me la había visto hasta ahora. Aunque en realidad sí sé la razón: me parecía muy larga (ya ves tú, si me he visto cosas de 700 episodios, es que). Al final le di una oportunidad y, aunque le haya visto ciertos fallos encabezados con el hecho de que a veces se hace muy lenta y muy pesada, me ha gustado bastante. Así que voy a hacer una crítica hablando de los puntos principales que más me han gustado y los que menos.

Si empezamos por lo que me ha gustado, diré que lo bien construida y bien traída que está toda la historia de amor. Y más le vale, porque en ni más ni menos que 96 episodios como no estuviera bien construida es que te tiras por un puente. Lo interesante de todo esto precisamente está en el hecho de que sean 96 episodios de los cuales muchos de ellos sean la típica historia episódica con un principio y un final, porque parece que la historia es muy lenta y no evoluciona en nada, pero en realidad lo que está ocurriendo es que todo se está cociendo a fuego lento.

Vamos, que el defecto de Maison Ikkoku es su virtud. Por un lado es una obra que se te puede hacer pesada de lo lento que avanza y de la cantidad de episodios de relleno que hay (más tarde hablaré de esto detenidamente). Pero por otro, en realidad, lo que está pasando es que la relación entre los principales personajes va avanzando lentamente, lo que le da realismo a la historia y no parece que las cosas pasan de la nada como en la mayoría de historias de romance de pocos episodios. Además de que se van introduciendo nuevos personajes que lían la historia y que van a poner las cosas difíciles a Kyoko y Godai, nuestros protagonistas, para que acaben juntos.

Yo ahora hablo mucho de que qué bonito que avance tan lento no sé qué, pero la verdad es que al principio se me hacía todo soporíferamente lento. De hecho hasta creía que no iba a ser capaz de terminarlo, y es que todos los capítulos se me hacían iguales y como que pasaban episodios sin aportar nada, y hasta que te encontrases uno que aportase... La mayor pega de Maison Ikkoku es que se hace muy lenta hasta más o menos el capítulo 50, que es cuando se pone el culebrón a tope, a la altura de Pasión de Gavilanes.

En lo de antes tiene mucho que ver el relleno. Durante toda la primera mitad del anime hay relleno a reventar. Ya dije que me lo vi todo, porque ya que estaba... Tampoco tenía mucho que perder aparte de mi valioso tiempo de vida. Y tampoco me causaba un sufrimiento espantoso ver el relleno, a decir verdad. Algunos episodios no aportaban nada y piensas que es mejor no haberlos visto, pero otros se hacen simpáticos. Como todo en esta vida. Y no solo tenemos el relleno de toda la vida, lo que se llama relleno en sentido estricto, sino que también tenemos el relleno canon, el relleno en sentido amplio, es decir, esos capítulos que no aportan nada, pero que estrictamente no se les puede llamar relleno porque están en el manga. Así que a ver tú cómo los llamas.

El caso es que durante toda la primera mitad de Maison Ikkoku hay una cantidad ingente de relleno de todo tipo. Se deja ver, pero a lo mejor sería recomendable saltarse unos cuantos. Después viene la parte del culebrón supremo, en la que se prende esta wea. Los sentimientos de los personajes están más patentes que nunca y a partir de aproximadamente el episodio 50 empiezan una serie de arcos centrados tanto en la historia de los dos personajes principales como en los distintos triángulos amorosos que se forman con los personajes secundarios.

Una de las cosas que más me ha gustado de Maison Ikkoku es la parte de culebrón. No me escondo. Me veía los episodios a tope y estaba deseando que llegara la tarde para ponerme a ello. Una fantasía. Si te encantan los culebrones, este es tu anime. La verdad es que los culebrones largos tienen su encanto, así que me suelen parecer mejor los que tienen un cierto número de capítulos. Esto lo digo basándome en la experiencia con las telenovelas de la Nova, no en otra cosa.

Otra cosa que también me ha gustado bastante es el dibujo y la animación. Siempre me gusta el estilo de dibujo de Rumiko Takahashi, así que esto no es inesperado. También me encantan todos los aesthetics de los animes del año de la polca, y este es muy del año de la polca. Si ya los animes de los 90 te parecen super aesthetics super vaporwave no se qué, pues imagínate uno de los 80. Una fantasía auténtica. La banda sonora le acompaña perfectamente.

Una desventaja de que sea de los 80 es que se queda anticuado en muchos sentidos. Aunque en este caso no estoy hablando de la animación, que ha envejecido bastante bien para tener tantos años y hasta me parece mejor que la de muchos animes de los 2000 o incluso posteriores. No voy a decir nombres. De lo que hablo ahora es de la trama, de la sociedad que nos refleja todo esto. Si ya de por sí la sociedad japonesa es muy tradicional, pues imaginad en los 80. Todas las movidas de pedidas de matrimonio, el luto, los romances, etcétera se quedan como de otro siglo (en verdad es que es de otro siglo). No es criticable todo esto porque nos refleja cómo eran las cosas en aquellos años, no se puede ver con los mismos ojos que un anime de 2020, cuando las cosas ya están mucho más avanzadas.

De hecho, puede valer hasta como documento histórico. Y más teniendo en cuenta que es ni más ni menos que un slice of life y que lo consideran "comedia costumbrista". Y aquí entramos en la trama. Maison Ikkoku nos cuenta la historia de amor entre Kyoko y Godai. Godai es un estudiante universitario que vive en una pensión. Allí se enamora a primera vista de la nueva casera, Kyoko, una joven que acaba de quedar viuda. Maison Ikkoku nos enseña los enredos y dificultades que viven estos personajes en torno a su relación. Además de que trata temas trascendentales (sobre todo en esa época) como lo que se llama "pasar página", "rehacer tu vida" o superar la pérdida de la persona que amas.

Muy trascendental todo. No por nada se le considera la obra más "madura" de Rumiko, y es que no se queda en una simple comedia romántica. Y es que cuando hay que ponerse serios y dramáticos nos ponemos serios y dramáticos.

Y la historia no sólo es más "madura" en cuanto a los temas que trata, sino que es más "madura" porque los personajes son más "maduros". Más maduros en cuanto a edad, no en cuanto a madurez, todo hay que decirlo, no se puede tener todo en esta vida. Y es que parece que tienen 15 años en vez de casi 30. El 80% de las veces me ponen super nerviosa, crean los malentendidos porque quieren. Me sentía como viendo María la del Barrio. Además de que los dos protagonistas son lo menos claro del mundo.

Kyoko es una persona amable y dulce, pero luego resulta ser celosa y temperamental. Entendería sus celos si fuera clara con respecto a sus sentimientos, pero es que se pone celosa con cualquier cosa de Godai y Mitaka cuando ni son su pareja ni ella los acepta como si lo fueran. No les dice ni que sí ni que no y sale con ambos pero no como pareja, pero luego siempre está celosa como si fueran algo. Además de que nunca deja las cosas claras "para no herir" pero wtf con la tontería de no herir montáis unos culebrones aquí que ríete tú de las telenovelas turcas de Divinity.

Y Godai otro igual. Con respecto a sus sentimientos por Kyoko siempre es claro, pero... ¿Con respecto a Kozue? En vez de decir claramente que la quiere como amiga, deja que la otra se crea que es su pareja (de la nada, porque esa es otra), y cuando Kozue actúa como si fuera su pareja, no le para los pies y le dice que no. La otra se lo sigue creyendo. Eso sí, no sabemos si Kozue es una lianta o es muy tonta. Porque, ¿WTF te crees que alguien es tu novio solo porque se lleve bien contigo? ¿Y cómo lo interpreta todo como si él quisiera estar con ella? Además de que a veces parece que lo lía todo para que sea su pareja. Y el otro super lelo sin decir nada es que.

Al final el que mejor me caía era el Mitaka, que también tenía lo suyo porque wtf la encerrona que se le ocurre hacer al final???? También me encantaba LA DRAMAS. Con la dramas me refiero a Asuna, la que está enamorada de Mitaka. Es un personaje muy infravalorado y desaprovechado. Me da pena que, dentro de lo poco que se habla en nuestros días de Maison Ikkoku, se hable aún menos de ella. Y también me da pena que no tenga más relevancia y escenas, pero qué se le va a hacer.

Luego tenemos a los compañeros de piso que son super pesados. Al principio no los soportaba ufff es que sacaban lo peor de mí. Después les vas cogiendo cariño, aunque en ocasiones no puedes con ellos. Aunque lo que se busca es eso, que te pongan de los nervios.

Aunque bueno, con sus virtudes y sus defectos, la autora ha desarrollado unos personajes muy reales, muy humanos, y es que tampoco queremos protagonistas perfectos y eso se agradece.

Y, bueno, creo que no tengo mucho más que decir, así que lo dejaré aquí por hoy. No sé cuándo volveré a escribir una nueva entrada, que igual es más pronto que tarde. Pero quién sabe. Hasta entonces.