Hoy vengo para hablar de una OBRA MAESTRA. Una obra maestra capaz de cambiar la vida de todo el que la ve y mostrarle un mundo nuevo lleno de posibilidades y todas esas cosas. Estoy hablando ni más ni menos que del archiconocido B Gata H Kei. Es tan archiconocido que ni siquiera existen gifs en el buscador de Twitter. Vamos, que no lo conoce ni su padre a la hora de comer, por si no sois ingenieros. Pero esto tiene que cambiar. Vale que el anime es de 2010, tiene ya 10 añitos, pero nunca es tarde para que se haga popular, como esas cosas que se ponen de moda por su encanto vintage.
Como no es muy popular, tengo que empezar con la trama de manera introductoria. B Gata H Kei es una comedia ecchi que se centra en Yamada, una chica que entra en la preparatoria con un único y extravagante objetivo: mantener relaciones sexuales con 100 hombres. A esto se le junta que la chavala es virgen y quiere que el primero con el que se acueste también lo sea. Así acaba interesándose en Kosuda, un chaval mediocre de su clase. De él le interesa únicamente su virginidad, pero ¿avanzará su relación?
Empezaré diciendo que este anime, pese a no tener grandes pretensiones, me ha gustado bastante. Sí, por la trama parece una comedia ecchi monda y lironda. Y sí, es una comedia ecchi monda y lironda, pero no engaña a nadie. A partir de aquí, lo único que puede pasar es que te sorprenda positivamente. Y vaya si lo hace. No exagero si digo que ha habido momentos en los que me he reído a carcajadas. Especialmente en el capítulo 11, donde este simpático anime alcanza su peak. Sí, B Gata H Kei es un ecchi básico, pero ofrece lo que da. Y no se queda ahí, nos ofrece aún más comedia que el ecchi promedio.
Porque aquí no pasa como en otros ecchis, que hay más ecchi que comedia. Aquí lo que predomina es la comedia. Porque pensé que mi vida es una tragedia, pero resultó ser una comedia. Pues con este anime lo mismo, lo que pasa es que en ningún momento piensas que sea una tragedia. Simplemente piensas que la comedia no va a ser tan buena.
Los personajes son bestiales. Unos más que otros. Empezando por la protagonista. No es que sean personajes super complejos y bien construidos. No. Todo lo contrario, más bien. No tienen ninguna clase de trasfondo, pero es que, en este tipo de animes no buscamos ningún trasfondo. Buscamos personajes que nos hagan reír. Y estos lo consiguen.
La protagonista es brutal, como ya he dicho. Es literalmente lo peor. Como persona es horrible, pero ese es su encanto y lo que te hace reír. Además, tampoco es que sea tan horrible, no sé, no es la mejor persona pero en el fondo tiene sus sentimientos y tal. Y los momentos cómicos que da estando todo el día ioio, es que icónica. Una reina. Lo único que me pone nerviosa es cuando se pone en plan tsundere.
La villana es otra fantasía. Con esta te meas igual o más que con la protagonista y probablemente sea el mejor personaje de todo el anime. Está a la altura de las mejores villanas de telenovela y, además, poniendo la nota de humor. Su lado incestuoso es literalmente el peak del humor. Y encima le pone la voz la misma seiyuu de Sacchan de Gintama, que es que es maravillosa.
Para acabar diré que la mayoría de los episodios son geniales y todos tienen sus puntazos, aunque para mí, como ya he dicho, el mejor es el 11. ¿Qué puede salir mal en una fiesta de navidad? Por lo menos desde el punto de vista del espectador. Después me esperaba que el episodio 12 (y último) iba a ser aún mejor, pero nada, es que en el 11 alcanzaron su peak y el que vino después me pareció más flojito. Sobre todo para ser un final. No aportaba mucho para acabarse el anime y, en mi opinión, tenía que haberse liado mucho más, pero bueno, no se le puede pedir todo.
Por lo demás, decir que le echéis un vistazo. Tiene 12 episodios y no vais a perder mucho tiempo de vuestra vida, y en todo caso no sería perder el tiempo, sería ganarlo, porque menuda masterpiece. Me recordó a Galism en cierto modo. De hecho hay veces que parece que estás viendo una especie de adaptación de Galism al anime. Hasta el final me parece similar. Pero, bueno, no diré más.
Hasta aquí la entrada. No sé cuándo vendrá la siguiente, pero ya llegará ese día. Hasta entonces, a vivir la vida.
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