sábado, 14 de agosto de 2021

CRÍTICA A SHOUJO KAKUMEI UTENA. AÑO 1997.

 Continuamos con el reto de los años, que está yendo un poco lento porque me estoy lanzando a ver animes un poco largos pero que tenía pendientes de hace tiempo. Esta vez le ha tocado a Shoujo Kakumei Utena (Utena, la chica revolucionaria), un anime que me puedo aventurar a decir que, a pesar de solo haber visto 3 animes del reto, quedará muy alto en la clasificación final. Es un anime extraño donde los haya, pero precisamente esa rareza es lo que te atrapa y se hace un hueco en tu corazoncito. 

Cuando te informas sobre Utena en algunos sitios dicen que es shojo o josei. De estas dos opciones yo me decantaría más por josei, porque es demasiado profundo, intenso, adulto y difícil de entender. No es la típica historia shojo de romance, vamos. Aquí lo que te encuentras es mucho drama, pero mucho drama de otro tipo: drama psicológico. Aquí a la gente se le llena la boca de decir que con Evangelion te explota la cabeza, pero será porque no han visto Utena. La manera en que todo, hasta el mismísimo desenlace, es una metáfora muy bien construida y que siempre te van a quedar matices por entender, por mucho que te informes, porque abarca todos los detalles que te puedes encontrar en este anime de 39 episodios. Estaría en la cima de los animes psicológicos.

Utena es una deconstrucción de los cuentos de hadas que queda lejos de ser la típica historia de príncipes y princesas. Si no te queda claro desde el principio, ya lo ves al final, aunque no es que sea un final fácil de comprender. La verdad es que nada es fácil de comprender aquí y durante todo el anime tienes la esperanza de que te lo den todo mascadito para entenderlo todo, pero eso no sucede. Eso es parte de su encanto. Tienes como la sensación de no saber bien lo que has visto o si lo has interpretado bien.

¿La trama? Intentaré explicarla, aunque ya de por sí es todo raro de c*jones, sin entrar a descifrar metáforas. Utena es una chica cuyos padres murieron cuando era pequeña. En este momento, cuando estaba sufriendo, un príncipe se le aparece y le da su anillo. Utena queda tan sorprendida que decide convertirse en un príncipe ella misma. Y así, se hace adolescente y estudia en una extraña y elitista academia donde pasan cosas raras pero que muy raras. Tan raras como el hecho de que las personas con un anillo como el que el príncipe le entregó de pequeña tienen que enfrentarse en una serie de duelos en las alturas para conseguir a la Prometida de la Rosa.

Raro, ¿no? Shoujo Kakumei Utena se mueve en la delgada línea que separa la coherencia y la incoherencia. Durante todo el anime vemos cosas que se escapan de lo que es todo sentido lógico. Unas veces de forma más clara y otras de forma menos clara. La manera en que está presentado todo te hace dudar sobre si es simple presentación externa de las cosas o si es algo metafórico. O si se trata de un aviso sobre que algo no encaja en una academia que se encuentra en una especie de limbo, en un mundo ajeno a las leyes de la razón y la coherencia. Porque hay un mundo exterior, ¿o no? Son cosas que te planteas durante todo el anime y que al final tendrás que razonar para llegar a una conclusión de todo.

¿Y el romance? Lo que está claro es que aquí no te vas a encontrar la típica historia de romance pasteloso de toda la vida del anime, no te presentan a alguien directamente como el interés romántico de la protagonista. Tenemos a la pareja de ""amigas"" Utena y Anthy, que te las presentan como amigas de forma ambigua, aunque claramente parece que puede surgir romance en algún momento, por como está todo planteado y por cómo parece que avanza la historia (aunque siendo de los 90 tampoco te haces muchas ilusiones y te esperas que todo puede acabar de cualquier manera). Después te meten a los tíos que, directamente, son lo peor. Y la intención es que lo sean. 

Claramente la autora ha querido decirnos algo con esto. Que no hay que acercarse a los hombres, probablemente. Más allá del chico del pelo azul al que le gusta Anthy, se puede decir con seguridad al 100% que no hay ni un solo tío decente. Empezando por el Touga, que es un manipulador desde el primer momento, además de ser un canallita, pero esa es otra cosa. Lo peor de él es lo manipulador. Todos los tíos de este anime son tremendamente manipuladores, pero el que se lleva la palma es el Akio, el hermano de Anthy. Este tipo, aparte de ser un manipulador, es un depredador de menores y así te lo hacen ver en todo momento, con metáfora o sin metáfora. Terrible, todos los tíos son terribles.

PÁRRAFO DE SPOILERS. A mí cuando me queda claro es el amor de Utena hacia Anthy es en el momento en el que, al final, después de haber sido apuñalada por la espalda por ella a grito de "no homo" (con otras palabras), aun así, a pesar de estar a punto de morir, saca fuerzas para salvarla y lo da todo por ella. Me parece un momento super bonito, la verdad. Y luego, también, en el final final, vemos como Anthy también sale del cascarón de la academia (una relación tóxica) para ir a buscar a Utena, dejando al hermano con su m*erda (que se j*da, que llore). Aquí claramente está clara una cosa: Anthy va a buscar a Utena porque se da cuenta de que la quiere, lo deja todo finalmente por ella. Es un final que hay que interpretar, como todo en la serie, pero es bastante bonito a pesar de ser un poco agridulce en algunos sentidos.

La historia trata sobre las relaciones tóxicas, aceptarte a ti mismo, el verdadero amor... Por ejemplo, las cachetadas que le dan a Anthy en prácticamente todos los episodios simbolizan el hecho de que está en un lugar en el que está sufriendo, donde no pertenece, pero que lo recibe todo con buena cara, como resignándole a la vida que le ha tocado, por la dificultad de salir de esa situación. Utena es la persona que le ayuda a salir del pozo en el que está sumida, un pozo creado por su hermano, el claro villano de esta historia (representa todo lo peor, pero os dejo comprobarlo por vosotros mismos). Utena, por otra parte, tiene que superar todas las expectativas que tenía puestas sobre sí misma desde un principio para encontrarse a sí misma y aceptar sus verdaderos sentimientos. Una de las expresiones o conversaciones repetitivas que aparecen en este anime es la que tienen los miembros del consejo estudiantil al subir el ascensor. Hablan de romper el cascarón, revolucionar el mundo... Hace claramente referencia a salir de donde te hacen daño.

No me quiero enrollar más, así que voy a pasar a temas más técnicos. Una pega que le veo a este anime es la cantidad de relleno que tiene durante prácticamente la mitad del anime. No es que sea relleno malo, de hecho algunos episodios son bastante graciosos (Nanami reina), pero hacen que estés bastante tiempo sin sumergirte bien en la trama. La monotonía de los episodios también puede ser algo que te hastíe un poco, pero tiene su significado metafórico y es así porque tiene que ser así.

Es en la trama del coche (sin comentarios) cuando todo empieza a suceder más rápido y a engancharte a tope.

Estéticamente es un anime muy bonito. Los colores son preciosos y lo exagerado de algunas escenas hace que tenga un encanto especial. El estilo de dibujo es retro, aparte de ya ser un anime de los 90, y nos recuerda a mangas y animes de los 80 y los 70 en parte, sin perder la esencia noventera. La música también es bastante buena, tanto opening y endings, como la música de dentro de capítulo.

En general es bastante recomendable, aunque se tarde en ver algo más que el típico anime. Así que os diré que le echéis un vistazo y que lo interpretéis como creáis, porque una cosa a la que da pie este anime es a que cada cual lo interprete a su forma, que le saque su propio significado. En fin, hasta la próxima entrada, nos vemos en el año 1998.

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