domingo, 19 de diciembre de 2021

CRÍTICA A SANKAKU MADO NO SOTOGAWA WA YORU

 Hoy toca hablar del único anime de esta temporada que he llevado al día: Sankaku Mado no Sotogawa wa Yoru, el Jujutsu Kaisen yaoi sin yaoi de la temporada. Os preguntaréis también si he seguido Yashahime, ya que he dicho que este es el único anime de temporada que he llevado al día: bueno, pues un buen día lo dejé aparcado y ahí sigue, hasta que un día tenga la fuerza moral y física para continuarlo (si es que existe ese día). El caso es que hoy toca hablar de Sankaku Mado etc etc, que abreviaremos como Sankaku. Si tengo que dar una opinión esta ha sido positiva.

Me cuesta mucho llevar animes al día, siempre llega un momento que los dejo aparcados, pero con este no me ha pasado. A pesar de ser un poco lento y monótono en algún momento, cuando acababa los episodios me quedaba con ganas del siguiente y me acordaba de que me había quedado con ganas del siguiente al pasar la semanita de espera. Además me hacía mucha gracia todo lo del petardeo subliminal de las almas, para qué mentir, me parecía una fantasía y quería seguir viendo más. De esto de las almas hablaré un poquito más adelante. El caso es que este anime lo he llevado al día y se me ha hecho ameno. A un anime de temporada no le puedo pedir más, que ya es mucho pedir.

En fin, que me ha parecido una fantasía. Es un yaoi sin yaoi, pero no de esos que dejan la sensación de decepción (aunque al final puede que un poco o un algo de decepción sí que haya, que no es que haya sido un final malo, pero en fin, quien lo ha visto ya sabrá). Parece como que va a ser todo muy petardo por la manera en que está planteado todo en un principio (tocar almas etc etc), pero resulta que tiene una trama elaborada de la leche a lo maldiciones que ni el mismísimo Jujutsu Kaisen. No miento cuando le llamo el Jujutsu Kaisen yaoi (sin yaoi), aunque igual hay que salvar un poco las distancias.

Vamos con la trama. Bueno, la trama es una movida, aunque a grandes rasgos vamos a presentarla de manera sencilla, con lo básico. El protagonista es un chaval que trabaja en una librería, pero que a parte de esto, también tiene poderes espirituales y puede ver fantasmas, espíritus y demás cosas. Un buen día lo encuentra un misterioso hombre que dice que "es su destino". Resulta que es un espiritista y se dedica a las movidas de las maldiciones y demás, así que lo recluta para que trabaje con él. Y a partir de aquí se vienen cositas.

Las cositas: el hombre misterioso, también conocido como "el rubio", le toca el alma al protagonista con sus poderes astrales. Y al protagonista le gusta. Y a partir de aquí se vienen una serie de episodios subliminales sobre tocamientos de almas en los que se te presenta todo como una metáfora sexual. Hay que verlo para creerlo, porque está todo muy bien traído. Es una fantasía. Llegados a este punto, te piensas que el anime va a ser todo un petardeo y que su razón de ser es el "sexo tántrico" con las almas. Porque es que, de verdad, hay una serie de capítulos en los que el momento álgido del episodio es eso. El caso es que hay un momento que la cosa se pone seria y el tocamiento de almas queda aparcado. Como si se olvidaran de lo de tocar almas.

Y vaya que si se olvidan, porque no volvemos a ver un tocamiento de almas en todo el anime, pero bueno, a partir de ese momento se empieza a shippar con movidas de sentimientos, amor y tal. Como buen yaoi sin yaoi. Aunque también tengo que decir que al final (¿spoilers?) queda todo menos implícito que en el típico yaoi sin yaoi. Vaya, que por fin hacen a la pareja canon (creo que queda claro), aunque no haya ningún beso, como en todo yaoi sin yaoi que se precie.

Luego hay, con todo esto de tocar almas, ciertos momentos de subliminalidad absoluta, como aquel en el que están en la calle y le toca el alma de tal manera que parece que están practicando el exhibicionismo. Y, por supuesto, todas las escenas están adornadas con expresiones sensuales, voces sugerentes, susurros al oído y demás maravillas de la subliminalidad no tan subliminal. Todo un documento audiovisual que nadie puede perderse si quiere que se le tome en serio como persona de culto.

En fin, que creo que es el único yaoi sin yaoi que me ha gustado en esta vida. Aunque igual ha habido algún otro que me ha gustado. No tengo ni idea, tendré que hacer memoria, porque me apetece hacer una entrada de esas buenas de 5 animes con yaoi sin yaoi. Pero eso será en otro momento, porque ahora estoy hablando de Sankaku, aunque no tengo mucho que decir aparte de que el opening me ha parecido fantasioso. La música una felicidad y una dulce fantasía, mientras las imágenes son lo que se te aparece en las parálisis del sueños. Es una cosa.

Probablemente me esté dejando muchas cosas en el tintero, pero voy a dejar la entrada aquí. Por lo que parece, este es el final de la historia y no va a haber más temporadas, así que tendremos que despedirnos de Sankaku para siempre, por desgracia. Una pena, porque últimamente encontrar un anime que me guste me cuesta horrores. Creo que estoy dejando de ser otaku. En fin, dejo la entrada, aunque pronto tendremos otra con eso del reto de los años (que ya asumimos que van a ser 27 años en vez de 26, porque en dos semanas estaremos en 2022). Hasta la próxima.

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